lunes, 30 de noviembre de 2009

El frente único, y la III Internacional

Escrito por Jesús Valdez

El frente único, táctica por excelencia del asedio revolucionario

La principal virtud tanto de Lenin como de Trotsky, fue desde siempre, la comprensión de la importancia de infundir actividad revolucionaria, labor que compone tareas como la agitación, propaganda y organización cuya piedra angular es la teoría revolucionaria. Anteriormente señalábamos que en lo esencial, la estrategia de Lenin y Trotsky fue la misma, aunque la táctica fue diferenciada en todo el periodo previo a 1917, pues mientras Lenin jugó el papel de organizador y líder de una fracción del POSDR (el bolchevismo); Trotsky asumió el rol de protagonista y líder máximo de las insurrecciones de 1905 y octubre de 1917. Mientras el uno fue el líder a lo interno de la corriente llamada a instaurar la dictadura del proletariado, el otro se desenvolvió como dirigente de masas, ambos desarrollarían buena parte de la estrategia de la III Internacional cuyos primeros cuatro congresos previos a la degeneración política de la misma durante la cual se convierte en secretaría de relaciones exteriores del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) dejando de lado el motivo de su fundación, la revolución proletaria internacional.


El bolchevismo y la III Internacional Comunista

El 24 de enero de 1919 se convoca a una Conferencia Internacional Comunista (CIC) en Lausana a raíz de las disputas teóricas entre las tendencias revolucionarias contra las reformistas, pacifistas, oportunistas e imperialistas, en el bloque revolucionario de la II Internacional Socialista se encontraba Lenin, Trotsky, Rakovski, Grüber, Glimlund y Roudnianski por Rusia, Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht, Parvus, Franz Mehring por Alemania, Blagoev, G. Dimitrov, Kabaktchieff y Kolarov por Bulgaria, entre muchos más opositores que en comparación al bloque oportunista* eran una minoría insignificante en cuanto al factor número, sin embargo se erigieron en colosos que darían origen a la III Internacional Comunista.

La conferencia es inaugurada el 2 de marzo de 1919 con sólo 36 delegados con voz y voto, más una quincena sin voto. El 4 de marzo, Rakovski, Grüber, Glimlund y Roudnianski afirman la necesidad de una nueva organización común, unificada e internacional en la que los elementos revolucionarios proletarios sean separados de los elementos socialtraidores, la CIC decide constituirse ¡en la III Internacional Comunista!.

Los antecedentes inmediatos de la ruptura con la II internacional datan de debates teóricos que en la práctica, tras el estallido de la primera carnicería capitalista mundial, mejor conocida como Primera Guerra Mundial, donde el proletariado internacional es obligado a luchar contra sus hermanos de clase de otros países no para defender intereses propios, sino para defender y servir como carne de cañón para los intereses de la clase dominante burguesa.

El bloque mayoritario de la II Internacional Socialista defiende la lucha por la paz antes de estallada la guerra, pero durante el desarrollo de la misma, su sección más fuerte (la socialdemocracia alemana con Karl Kautsky a la cabeza) vota a favor de los créditos de guerra para Alemania, acción que provoca la irritación de los sectores más honestos de la II Internacional, un hecho sintomático es la declaración de Hervé:

Yo admiro vuestra ciencia, vuestra organización, a vuestros grandes militantes. Pero no sois más que una admirable máquina de votar y cotizar. No tenéis ninguna concepción revolucionaria. Podéis ir muy lejos por las nubes del pensamiento, pero ante un gobierno, retrocedéis… Estáis todos aburguesados.**

La postura de la II Internacional, teniendo por portavoz a Karl Kaustsky, es la del apoyo a los gobiernos nacionales como vía a la revolución proletaria, en cambio el bloque revolucionario que encabezaba Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo preconizaba: ¡Convertid la guerra mundial en guerra civil del proletariado contra la burguesía, ¡Aprovechad que los obreros están armados!, es así como veremos que la fuerza de cualquier grupo que se reclame revolucionario reside no tanto en el aparato que este pueda ostentar, sino en la firmeza de sus ideas basadas en el materialismo dialéctico aplicado a situaciones nacionales e internacionales.

**(Citado por Annie Kriegel en “Las internacionales obreras”, Biblioteca de Historia, pág.65)

Marcha de bienvenida a los delegados de la III IC en Petrogrado, 1920

En un principio la opinión mayoritaria en la II Internacional era la de hacer retroceder a las respectivas burguesías a replegarse, frenar la guerra y obligarlos a firmar la paz por medio de la presión proletaria, más cuando la traición de los sectores que giran del marxismo al oportunismo marca la degeneración de la II internacional, junto a ella… el principio del fin de una iniciativa que cumplió su función histórica para dar nacimiento a una III internacional consecuente que superaba el carácter de la primera (Asociación Internacional de Trabajadores) y segunda internacional ( II Internacional Socialista), para desde el marco teórico se superara a sus antecesoras, gracias al estudio paciente y la extracción de las lecciones necesarias, manteniendo las mejores tradiciones de las dos primeras internacionales. El problema no residía en el carácter internacionalista del proletariado (con este no se rompe jamás), sino en la necesidad urgente de separarse de los sectores oportunistas para presentar un partido internacional capaz de establecer una lucha severa por la victoria de los intereses proletarios.


Caracterización de las épocas y virajes de la III Internacional acorde a los acontecimientos políticos

A finales de 1920 el ejército rojo de la URSS, bajo la dirección de Trotsky logra la hegemonía soviética en Rusia tras derrotar a los 21 ejércitos invasores enviados por el imperialismo mundial para aniquilar al primer estado obrero de la historia de la humanidad. La perspectiva de Lenin y Trotsky estuvo basada en la revolución internacional, ambos tenían claro que si la revolución en occidente estallase y triunfase, la causa del socialismo internacional estaría asegurada, sin embargo la respuesta salvaje del enemigo merma esta posibilidad, no sin grandes acontecimientos revolucionarios como la toma de Berlín en diciembre de 1918 por las fuerzas socialistas con Liebknecht y Luxemburgo al frente.

En el curso de la invasión imperialista contra la URSS en la que muere la mitad del partido bolchevique y el asesinato infame de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht a manos de la socialdemocracia alemana cuyo ejecutor fue Gustav Noske; las fuerzas del socialismo y la III internacional se ven privados de sus fundadores y pilares teóricos. Este es un periodo de reacción de la burguesía contra las fuerzas revolucionarias, una serie de acontecimientos como el derrocamiento de la República de Consejos al cabo de 133 días de combate frontal contra la fuerza contrarrevolucionaria de ejércitos checos, húngaros y rumanos; el fracaso del push de Kapp en Alemania y la subsiguiente acción del gobierno de Ebert contra la dictadura de los Consejos revolucionarios proclamados en la cuenca del Ruhr ponen de manifiesto un periodo de renovación táctica urgente, sacar lecciones de las batallas inmediatas y la entonces situación actual para conseguir una victoria total de las fuerzas revolucionarias contra la reacción en toda Alemania, este fue el error táctico de los dirigentes revolucionarios alemanes de la III internacional, cuyo ejemplo podemos encontrar en Rosa Luxemburgo quien antes de fallecer y durante el proceso de formación de la tendencia revolucionaria de la II Internacional cometió el error de confiar sólo en el proletariado fabril desdeñando al proletariado agrícola, ello aunado a la teoría del espontaneísmo que negaba toda fracción centralizada fue quizá el principal motivo de la derrota de la revolución alemana… la crisis de la humanidad se puede resumir en la crisis de su dirección ***

En Polonia predomina una situación de relativo equilibrio entre revolución y contrarrevolución de enero a diciembre de 1919. De diciembre de 1919 a marzo de 1920 se abren negociaciones que fueron rotas por los polacos, en marzo la reacción capitalista penetra Kiev, pero se encuentran con la respuesta inmediata del ejército rojo y el pueblo que ponen contra la pared a los ejércitos capitalistas, obligándolos a retroceder hasta Varsovia.


*** Palabras de Trotsky redactadas en el “Programa de Transición” de la IV Internacional

Octubre de 2009


Continuará ...

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