lunes, 16 de enero de 2012

A LA TERCERA ASAMBLEA NACIONAL OBRERA DE TRABAJADORES DEL CAMPO, LA CIUDAD Y EL MAR ADHERENTES A LA SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA

A LA TERCERA ASAMBLEA NACIONAL OBRERA DE TRABAJADORES DEL CAMPO, LA CIUDAD Y EL MAR ADHERENTES A LA SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA


*PONENCIA COMPLETA DE LOS INTEGRANTES DE ESTE SECTOR QUE RADICAMOS EN EL ESTADO DE OAXACA

INTRODUCCIÓN
Las charlatanerías de toda especie según las cuales las condiciones históricas no estarían todavía “maduras” para el socialismo no son sino el producto de la ignorancia o de un engaño consciente. Las condiciones objetivas de la revolución proletaria no sólo están maduras sino que han empezado a descomponerse. Sin revolución social en un próximo período histórico, la civilización humana está bajo amenaza de ser arrasada por una catástrofe. Todo depende del proletariado, es decir, de su vanguardia revolucionaria La crisis histórica de la humanidad se reduce a la dirección revolucionaria. León Trotsky. La agonía del capitalismo y las tareas de la IV internacional (El programa de transición).

Tras el fin de la segunda guerra mundial, el capitalismo recompuso sus fuerzas y entró en una fase económica ascendente mediante la cual todo parecía ir sobre ruedas, justo en la cúspide del crecimiento económico se dio la más grande crisis económica conocida hasta entonces (1929). Ante tales hechos, José Stalin proclamó que se trataba de la “crisis final del capitalismo”, consigna con la cual caracterizó al “Tercer periodo de la revolución proletaria.” A primera vista, esta proclama parecía lógica o tal vez hasta estúpida.

Durante los primero congresos de la Internacional Comunista, Lenin y Trotsky explicaron que no existe una crisis final del capitalismo en el sentido de un colapso automático del sistema como fichas de dominó, sino que de dejársele a su suerte, el sistema capitalista encontraría una nueva salida hasta de la crisis más profunda, sacrificando otra vez a la clase obrera y a la humanidad. Esto sucedería si la clase obrera no sacrificaría al capitalismo dándole un golpe mortal, preparando y llevando a la acción su destrucción.

En contraparte Los ultraizquierdistas defendían que sí existía tal crisis final y que este colapsaría debido a sus propias contradicciones, esto no ha sucedido hasta la fecha. El estalinismo era practicante de un nacionalismo estrecho al que no le interesaban tanto las cuestiones más candentes dentro del movimiento proletario internacional, por lo que sólo se contentaba con asumir que el capitalismo caería por su propio peso, esta una actitud de comodidad y pereza mental llevó posteriormente a la disolución de la 3ª Internacional Comunista. La política del Tercer periodo pedía obediencia ciega e incondicional al sátrapa Stalin, ya que según él, todo lo que no eran partidos comunistas subordinados por completo a Moscú eran tachados de reaccionarios fascistas.

De la caracterización de un fenómeno económico, de un diagnóstico de los factores objetivos y subjetivos para la revolución socialista, para la socialización de los medios de producción, dependen sus consecuencias prácticas. Como apuntaba con énfasis León Trotsky en el año 1938, las condiciones económicas para la revolución socialista estaban ya tan maduras que estaban empezando a descomponerse. Quizá valga la analogía, como un cadáver apestoso que conforme pasan los años cada día apesta más que el anterior.

En el presente año 2011, el capitalismo apesta más que nunca, una de las consecuencias de su descomposición orgánica es la aparición en la escena de la política nacional el narco terrorismo – paramilitarismo de Estado.

La interdependencia de los factores subjetivos y objetivos de la revolución deben ser comprendidas con precisión y explicadas hasta el cansancio comenzando por las definiciones más sencillas.

El factor subjetivo de la revolución se compone de la conciencia de clase de los trabadores*, y su grado de organización para enfrentar al sistema capitalista, a los que hoy detentan la cúspide de ese cadáver al que necrofilicamente se niegan a abandonar en tanto esto les permita ganancias a costillas de la descomposición cada vez más profunda de la sociedad. El capitalismo es capaz de recuperarse de una crisis económica sólo engendrando otra todavía peor.

La conciencia de clase se refiere a que los trabajadores del campo, la ciudad y el mar dejemos de soñar o pensar que vivimos en una telenovela, en un mundo de juguete en el que muchos trabajadores enajenados creen ser parte de la “clase media” que se encuentra en vías de desaparición. Consiste en que los trabajadores seamos tengamos conciencia de que somos explotados, en que tengamos conciencia de que somos pisoteados día tras día, que somos objeto de burlas, humillaciones, discriminación, conciencia del lugar que nos toca en la sociedad sin evasiones para comprender nuestras tareas inmediatas que son de por sí de un carácter histórico, de la lucha entre las clases de la sociedad, siendo la nuestra la única que para liberarse no necesita oprimir a otras clases sociales, sino que vamos hacia la extinción de estas que sólo degradan al ser humano y lo condenan a la miseria. Este es el paso adelante donde pasaremos del reino de la necesidad, de la humillación del hombre por el hombre, hacia el reino de la libertad, de los plenos derechos humanos hechos valer de facto, en la práctica y no en los códigos legales o cartas constitucionales.

Teniendo claridad de esto, podemos pasar al siguiente punto que es el de la organización para dejar de ser explotados sin explotar a otros en el futuro, de recuperar lo que nos pertenece y mediante qué métodos.

El factor objetivo son las condiciones económicas para que la humanidad deje de pasar hambres y guerras imperialistas donde somos enviados como simple carne de cañón para servir a los amos del dinero. Hasta hace 3 años, la ONU declaraba que con los recursos alimentarios existentes, alcanzaba para dar de comer 4 meses ininterrumpidos a toda la población mundial manteniéndolos incluso obesos y sin trabajar. Esa es la realidad, pero no por ello deja de ser contradictoria, puesto que mientras Japón tira miles de toneladas de arroz al mar o la da de comer a los cerdos para evitar que con su abundancia en los mercados de todo el mundo, los precios del arroz se vengan abajo, esto por el simple capricho de retenerlo en los almacenes o “stocks” para evitar que esto suceda y ante la escases, ellos puedan darnos más caro cada kilo y con ello ganar más dinero, a este fenómeno se le llama especulación. Las consecuencias directas de ello es que más de 8 millones de personas alrededor de todo el mundo mueran de hambre por no tener con que pagar los alimentos, con la “crisis” actual, se calcula que entren 22 millones de personas más a la pobreza extrema, quienes por regla general son los que verdaderamente mueren por hambre, con estas estadísticas calculamos que cerca de 30 millones de personas han muerto hasta este año por hambre, de ello no dice nada la televisión, puesto que simplemente no les interesa. Las “clases medias”, esas que en nuestro país dicen que lo son porque tienen un celular de 5000 pesos, pero que en cambio no tienen para comer, o para ir a la escuela, o para vestir, o las verdaderas “clases medias” cada día van más en masa hacia las filas del proletariado y del campesinado pobre.

Tras la caída del bloque soviético los ideólogos de la burguesía hablaban del fin de las guerras, del fin de las crisis, del hambre, hasta hablaban del fin de la historia (Francis Fukuyama), teniendo al “libre mercado” como su última y más alta etapa de desarrollo. No ha pasado mucho tiempo y vemos guerra tras guerra tras guerra, muerte tras muerte, dicen que las clases decadentes suelen ver en el fin de la historia como el fin de su existencia, pero es hora de pasar del reino animal de la lucha por la sobrevivencia del más fuerte a la verdadera historia, en donde los desposeídos ya no seremos más desposeídos, en donde se acabe verdaderamente el hambre mediante la socialización de las riquezas mundiales.

Vale la pena recordar con atención las palabras del anarquista Práxedis Guerrero:

“Tenemos hambre y sed de justicia”, se oye por todas partes; pero ¿cuántos de esos hambrientos se atreven a tomar el pan, y cuántos de esos sedientos se atreven a beber el agua que está en el camino de la revolución?

Para algunos espíritus sensibles, es más doloroso y bárbaro que perezcan mil hombres en la revolución, a que vivan y mueran millones de hombres, mujeres y niños en las cárceles y en la explotación.

Así es que el factor subjetivo y objetivo de la revolución son dependientes uno del otro para que esta pueda continuar y extenderse con éxito, aunque en muchas ocasiones las revoluciones han empezado en países “atrasados” como Rusia, Cuba, China, Vietnam, el Congo, Venezuela, en fin los procesos de revoluciones coloniales se han realizado gracias al factor subjetivo de la revolución, aunque somos críticos de los regímenes estalinistas que nada tienen que ver con el socialismo, si podemos comprobar científicamente que el derrocamiento de la burguesía es posible, así mismo podemos decir que si no se le aniquila desde la raíz, y en todo el mundo, esta regresará como esas plagas que se dan en el campo cuando una flor está en pleno crecimiento.

No sobra decir que ante la pregunta de si el capitalismo está pasando también por una crisis en los ámbitos políticos, cultural, social, ecológico, la respuesta está en las revoluciones egipcias, en los movimientos masivos estudiantiles de la unión europea contra el Plan Bolonia, en Chile, las protestas de los indignados de Wall Street, el movimiento M-15 de España que se presenta como una rebelión social que ya le ha puesto cascabel al gato, que ya ha identificado a los enemigos principales, a la cabeza de hidra del sistema capitalista: los oligopolios, monopolios, trutst, carteles, capital financiero y bancario.







I.                   ¿Qué hacer como trabajadores del campo, la ciudad y el mar ante la crisis orgánica del capitalismo?:
1.1.            Caracterización actual del capitalismo en México y el mundo

La situación política mundial del momento, se caracteriza, ante todo, por la crisis histórica de la dirección del proletariado.

La premisa económica de la revolución proletaria ha llegado hace mucho tiempo al punto más alto que le sea dado alcanzar balo el capitalismo. Las fuerzas productivas de la humanidad han cesado de crecer. Las nuevas invenciones y los nuevos progresos técnicos no conducen a un acrecentamiento de la riqueza material. Las crisis de coyuntura, en las condiciones de la crisis social de todo el sistema capitalista, aportan a las masas privaciones y sufrimientos siempre mayores. El crecimiento de la desocupación ahonda a su vez la crisis financiera del Estado y mina los sistemas monetarios vacilantes. Los gobiernos, tanto democráticos como fascistas, van de una quiebra a la otra. León Trotsky. La agonía del capitalismo y las tareas de la IV internacional (El programa de transición).


El capitalismo en México se ha formado desde su llegada  a base de sangre, fuego y desplazamientos; sometiendo el “desarrollo” o “estancamiento” de los pueblo a factores que convengan a los monopolios del mercado mundial. Durante la época de la colonia española se gesto como un capitalismo embrionario dependiente desde el principio del mercado de pillaje mundial, principalmente de los países europeos, pasando a lo largo de 5 siglos a transformarse en una nueva economía dependiente del imperialismo norteamericano entrando a la era neo colonial.

Desde su llegada, ha golpeado a la mayor parte de la población, nos ha sometido y nos sigue humillando. En el norte del país predominó y hasta ahora sigue predominando la actividad minera, en el centro del país las grandes ciudades españolas (que ahora se quieren creer gringas) combinadas con la agricultura extensiva, en el sur dominaron y siguen dominando  vigorosamente las comunidades originarias, donde coexisten múltiples contradicciones. La burguesía antes ascendente de Europa y los Estados Unidos han tratado por todos los medios de hacer extensiva al sur del país y otros países de Centroamérica el proceso de acumulación capitalista mediante el llamado “Proyecto Mesoamérica” que no es otra cosa que el avance de la conquista colonialista bajo la forma del imperialismo capitalista, emprendiendo guerras de exterminio contra los pueblos originarios y los territorios vírgenes no EXPLOTADOS. De ahí resulta no menos lógica su actitud de combate, pillaje, saqueo sin fin  y la brutal represión contra la resistencia de los pueblos, especialmente y con mayor fiereza a los que reivindican su derecho a la autodeterminación, a la autonomía.

En los pueblos originarios, el capital trata de robar por la fuerza y por el engaño todo lo que nos pertenece, utilizando al narco, paramilitares y a sus fuerzas oficiales (burocracia, medios de comunicación, ejército y policía) para avanzar en su proyecto que pintarrajea de “progreso” que se vale del genocidio, la destrucción de los ecosistemas, de las fuerzas motoras de la humanidad, de los medios de producción.

Pero eso no sólo sucede en los territorios originarios, sino que el capital y sus personeros atacan a los obreros, estudiantes, sindicalistas, que en las ciudades buscan salir de este sistema corrupto y autoritario a través de la autonomía sindical, la conciencia de clase, la independencia de clase. De esta forma el capital actúa a través de oportunistas, esquiroles, partidos vendidos a la burguesía, se sirve y apoya a los caciques para que las comunidades no se rebelen, no se autodeterminen.

En los centros industriales (minas, fábricas, destiladoras), en las paraestatales, en las calles, el capital y sus agentes siguen golpeando frontalmente a la clase trabajadora, vía despidos masivos, desparición y represión brutal contra los sindicatos, persecusiòn contra vendedores ambulantes, condiciones de vida insalubres, doble explotación vía salarios (plusvalía), vía renta o venta de las viviendas, inflando hasta siete veces su costo real so pretexto de la escalada en el aumento de precios. Otra característica que sigue predominando en el capitalismo de nuestra época es el dominio de los oligopolios con una concentración del capital cada día más brutal, dejando a su alrededor más desempleo, miseria, aumentando la plusvalía relativa para el obrero industrial, además de la explotación salarial, de la renta de la tierra, el obrero es explotado triplemente al ser víctima de la usura de los monopolios prestamistas, en México podemos mencionar por ejemplo a Elektra, Banorte, Santander, BBVA-Bancomer, Banamex, quienes nos hostigan además por los pagos de los intereses cada día más abusivos y los no menos abusivos “gastos jurídicos” de las empresas para cobrar los adeudos, generando cada día más deuda, cuando estas se hacen impagables se recurre al embargo, la hipoteca y finalmente el desalojo, cuando la deuda inicial ya se habría pagado casi 10 veces su valor original, esto sucede principalmente en el corazón del imperialismo: los Estados Unidos de despojo, explotación, generadores del hambre, endeudamiento y  la miseria económica a nivel mundial. En el campo y la ciudad no faltan los defraudadores de las cajas “populares”, y de ahorro.

Este despojo, robo o de plano de destrucción de micro y macro capital si lo vemos desde la perspectiva económica mundial en sus diferentes componentes: la tierra, los recursos naturales, los ecosistemas, ha golpeado a los trabajadores del mar con la muerte de la fauna marina, cambios y modificaciones brutales en el clima, que han sucitado grandes desastres que afectan a todos los trabajadores y principalmente a toda la masa desposeída de los estados que cuentan con litorales como Quintana Roo, Campeche, o Veracruz. A ello hay que añadir la próxima pérdida de los arrecifes y corales a nivel mundial, de los cuales depende aproximadamente la cuarta parte de la fauna marina. El despojo de la tierra, el agua, en los ríos, playas y mares han sido el principal blanco de los buitres del capital personificados en dueños de cadenas hoteleras, empresas de capital privado ya sea de carácter nacional o transnacional en los rubros de presas e hidroeléctricas.

Frente a estos daños directos del sistema capitalista, sin los cuales no puede imponer su autoridad, nos hermanamos de causa, sufrir, soñar y luchar con todos los jornaleros, mojados, comuneros, peones, obreros, amas de casa, profesores democráticos y combativos, trabajadores intelectuales de izquierda, los indignados de este mundo, no para pedir clemencia, sino para firmar la sentencia de muerte del capitalismo.

Nuestra desventaja es evidente y transitoria, hará falta un movimiento único de la clase trabajadora y los sectores enumerados con anterioridad contra las bestias salvajes que aparecen como los fantasmas de lo viejo. A los explotados, los desposeídos, nos toca el futuro y nos pertenecen las tareas del presente; construyamos ese puente, duro de andar y todavía frágil.



1.2 Conclusiones  y propuestas

“La agrupación sindical es insuficiente, porque cuando mucho, mejora temporalmente la situación de los trabajadores, pero dentro de las mismas condiciones de opresión y explotación.” Ricardo Flores Magón.

A nuestro parecer, el primer frente de combate en la lucha contra el capitalismo, es el ideológico, en la lucha contra las ideas conciliadoras con el capital y la burguesía.

Constituye un gran salto, el hecho de que la mayor parte de las luchas aquí presentes ya han superado la ideología sindicalista, pasando a los enfoques más generales de la clase trabajadora en muchos casos, aterrizando con proyectos comunitarios, propagandísticos y políticos en otros casos. Resultaría interesante este diálogo y el plan de acción.

No nos engañemos, todos nosotros sabemos hasta donde es capaz de llegar el capital, y no se tentará el corazón (porque no lo tiene) para volvernos a reprimir, debemos actuar con la prudencia o la contundencia necesarias según lo amerite la situación, sí, pero sin hacernos falsas ideas de “paz y reconciliación”.

1)      El apoyo a las luchas de autonomía y autodeterminación de los pueblos originarios de México y el mundo. Esto fomentará la comunalidad (enemiga principal del despojo capitalista y sus patrones de comportamiento individualistas) y deberemos apoyar las luchas contra los caciques locales, para esto deberemos buscar el apoyo en masa de comunidades vecinas para vencer a las autoridades asesinas de los diferentes municipios.
2)      En los lugares que no han entrado a la lucha contra el capital: Apoyo a proyectos comunitarios que fomenten la unidad, toma de conciencia en los planos político, organizativo, ambiental, salud, la autodeterminación y la independencia de clase en todos los aspectos.
3)      Asumir que los campesinos medios y la pequeña burguesía de las ciudades no son nuestros enemigos, estos oscilan entre la burguesía y el proletariado, entre el jornalero, el peón, y el cacique; ya que son mitad propietarios y mitad trabajadores, oscilan entre el trabajo y el capital. Serán nuestros enemigos sólo en caso que apoyen firme y consistentemente a la burguesía y a los caciques.
4)      Respecto a las cooperativas pasa algo similar a la situación de los sindicatos. En su caso concreto, no dejan de ser presas del mercado mundial cuando se enfocan a la exportación, son un paso hacia la sociedad del fututo, más no significan una transición definitiva en la medida que el capitalismo siga vivo y al acecho.
5)      Participar en luchas sindicales, en la defensa de los sindicatos encaminando la unión de los trabajadores dentro y fuera de los sindicatos para una lucha más generalizada, no renegar de la huelga, el paro y la barricada, como tampoco renegar de la necesidad de una ofensiva contra el capital en nuestro país y donde haga falta.
6)      En  materia de derechos humanos, no esperemos la justicia desde arriba, combatimos y seguiremos combatiendo todo tipo de abusos contra las trabajadoras y los trabajadores, principalmente contra el machismo, las violaciones, robo y secuestro.
7)      Todos los esfuerzos se deben dirigir a la lucha definitiva contra el capital sin perderse, sin engañarse, de ahí la importancia de la claridad ideológica que debe ser reflejada en nuestro programa de lucha tendiendo puentes de una fase a otra a través de la movilización y la organización.

Bibliografia recomendada

*El desarrollo del capitalismo en México. Enrique Semo
Regeneración, 1900-1918. Ediciones Olimpia/SEP
La lucha contra el fascismo. León Trotsky

El derecho de las naciones a la autodeterminación. León Trotsky

El derecho de las naciones a la autodeterminación. V.I. Lenin

Discursos pronunciados en el VIII Congreso del Partido Comunista de Rusia. V.I. Lenin
Principios y rumbo de la Coordinadora Contra la Represión y la Impunidad de la APPO.
No al proyecto Mesoamérica en Oaxaca

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