Por Mineko Kia Sakurazukamori
Desde el domingo en que dio inicio la huelga de hambre de los SMEítas no me había vuelto a parar por el Zócalo, así que cuando arribé al escenario el día de hoy, éste ya se encontraba bastante modificado: ya no solo era una carpa, sino cerca de diez contando la principal que alberga a los trabajadores que se han ido agregando día a día hasta sumar ya más de 50 liquidados de Luz y Fuerza los que se encuentran llevando a cabo este heróico acto de resistencia pacífica, además de los muchos otros compañeros que están presentes formando algo parecido a un círculo de seguridad y guardia en torno a los huelguistas. Por supuesto, no debemos olvidar que apenas va corriendo la primer semana, misma que no muestra todavía las repercusiones de lo que significa estar sin comer alimentos sólidos. Lo más crítico comenzará a partir de la segunda semana y esto no omite que quienes decidieron someterse a esta dura prueba están viviendo fuera de su hogar, lejos de su familia la mayor parte del tiempo y de las comodidades a las que se tiene fácil acceso en otras condiciones. Tampoco debemos olvidar que hasta decidir llevar a cabo una huelga de hambre implica organización y logística, máxime si tomamos en cuenta que día a día se suman más seres humanos a esto.
Desde el domingo en que dio inicio la huelga de hambre de los SMEítas no me había vuelto a parar por el Zócalo, así que cuando arribé al escenario el día de hoy, éste ya se encontraba bastante modificado: ya no solo era una carpa, sino cerca de diez contando la principal que alberga a los trabajadores que se han ido agregando día a día hasta sumar ya más de 50 liquidados de Luz y Fuerza los que se encuentran llevando a cabo este heróico acto de resistencia pacífica, además de los muchos otros compañeros que están presentes formando algo parecido a un círculo de seguridad y guardia en torno a los huelguistas. Por supuesto, no debemos olvidar que apenas va corriendo la primer semana, misma que no muestra todavía las repercusiones de lo que significa estar sin comer alimentos sólidos. Lo más crítico comenzará a partir de la segunda semana y esto no omite que quienes decidieron someterse a esta dura prueba están viviendo fuera de su hogar, lejos de su familia la mayor parte del tiempo y de las comodidades a las que se tiene fácil acceso en otras condiciones. Tampoco debemos olvidar que hasta decidir llevar a cabo una huelga de hambre implica organización y logística, máxime si tomamos en cuenta que día a día se suman más seres humanos a esto.
Y mientras en diversos puntos de nuestro país la sangre inocente sigue corriendo, ya sea por una estúpida guerra que no está pegándole al crimen organizado, ya sea por represión de caravanas pacifistas, en el Zócalo los SMEítas están resistiendo y no podía faltar el toque renegado con diversas muestras culturales y en esta ocasión correspondió organizar al Colectivo Ceiba el acto cultural del día de hoy y como ha venido haciéndose una costumbre, en todo evento cultural organizado a favor de los compañeros del SME, se aprovecha la ocasión para realizar acopio en dinero y especie para apoyar a esta lucha.
Lo acontecido del día en imágenes:
Poco antes de que el Colectivo Ceiba diera inicio a su evento, estudiantes de la Preparatoria Fresno, ubicada en la colonia Sta. María la Ribera, se hicieron presentes para realizar una pequeña representación artísitica alusiva al revolucionario Francisco Villa...
Arrancó el evento con Los Políticos Payasos...
Se hizo una pequeña pausa, pues los SMEítas llevaron a cabo una pequeña manifestación alrededor de la plancha del Zócalo...
Los Eléctricos es un grupo de rock integrado por SMEítas que interpreta desde melodías de su propia autoría hasta covers de grupos diversos... ¡y muy buenos!...
Y Alberto Arista...
Y en un inter, lograron colarme a la carpa principal donde se encuentran los compañeros SMEítas en huelga de hambre...
Los nueve primeros hombres que dieron inicio a la huelga de hambre desde el domingo pasado (aclarando que esta toma no la hice yo directamente) ...
* El colofón: Me voy a extender un poco comentando lo siguiente a manera de crítica que construya, pues me enteré de momento y fue algo que me confundió un poco, pero es importante que lo sepamos.
De golpe y porrazo el evento terminó. Una persona se subió al templete (imagino que del SME) y dijo que ya eran las 9 de la noche y los huelguistas tenían que descansar y tan pronto lo dijo todo se comenzó a desmantelar. Hasta aquí, todo bien; el asunto es que después algunos compañeros del Colectivo que organizó el evento me hicieron saber que el mismo ya estaba planeado y organizado con anticipación con el mismo SME. Otro punto importante es que un grupo musical conocido como Los Resistentes sería el que cerraría el evento tocando a las 9 en punto, no antes, pues no le sería posible hacerlo. Todo esto se comentó con anticipación entre el Colectivo y los SMEítas que organizan y llevan la logísitica en el campamento del Zócalo y se llegó a un acuerdo, entre ellos, el que dicho grupo podría tocar a la hora mencionada sin problema alguno, así que a todos nos sorprendió que el evento se diera por terminado, así nomás. ¿Qué pasó?, ¿por qué el cambio repentino? Y si hago saber esto es porque yo también (y muchos renegados, no solo yo) hemos recibido este tipo de "cortones" en muchos sentidos -aclarando que no precisamente del SME, sino desde antes de que su lucha se sumara de manera paralela a la nuestra-.
Tiempo ha que he llegado a la conclusión de que si bien es cierto que estamos tratando de cambiar las cosas empezando desde la cabeza (el gobierno), también es cierto que en nuestro trato cotidiano entre ciudadanos no siempre somos de una sola pieza, no somos honestos o nos andamos con claro-oscuros al momento de aclarar muchos puntos.
Somos muchos los ciudadanos que estamos poniendo lo mejor de nosotros en tiempo, dinero y espacio y con toda la buena voluntad. No se busca el lucro, no se busca el protagonismo, tan solo queremos ayudar porque muchos entendemos que solo tendiendo puentes entre todos se logran las cosas. Está de más comentar la molestia (y con razón) del colectivo que organizó este evento con anticipación y es lamentable, pues precisamente esos puentes que poco a poco se construyen pueden destruirse de manera instantánea, se genera un grado importante de desasociego y desencanto (y lo más triste es que es desencanto que se da entre nosotros mismos, amén del que ya nos genera este mal-gobierno, con el que ya tenemos más que suficiente) y la desconfianza comienza a permear entre nosotros.
Tampoco nos es desconocida la división que existe entre la izquierda y sin pelos en la lengua: hasta dentro del movimiento de resistencia LopezObradorista lo hay, ya sea por afanes protagónicos, por celos "profesionales" (muy estúpido esto último, pues para mí es símbolo de inmadurez y hasta de inseguridad, pero se da) y hasta por persecusión de hueso político (¡oh, sí!).
¿A dónde vamos, compañeros, si tomamos actitudes así?, ¿cómo pretendemos cambiar las cosas si no cambiamos nosotros mismos muchas actitudes típicas del "buen" ciudadano mexicano?, ¿cómo podemos exigir que queremos cambiar las cosas, si no cambiamos nosotros mismos cuidando hasta los pequeños detalles? La unión de luchas sociales no se logra con este tipo de actitudes, eso tengámoslo presente y mientras nosotros actuamos así, la derecha, recordémoslo, se une y tiende sus puentes.
Mucho ojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario