miércoles, 31 de marzo de 2010

ELECCIONES 2010 EN OAXACA. UN LABORATORIO DE LO QUE SUCEDERÁ A NIVEL NACIONAL ( SEGUNDA PARTE)


¿Qué falló en la APPO?

Recurrentemente se nos hace esta pregunta: ¿Qué falló en la APPO?, ¿Hicieron falta barricadas?, ¿Faltaron más negociaciones?, ¿ A caso nos portamos “muy mal” y fuimos muy duros con el gobierno?.

La respuesta correcta puede ser sólo en sentido negativo (¡NO!). Los reformistas como Flavio Sosa y compañía (El PCM -FPR) no desperdiciaron una sola ocasión para decirnos que el movimiento iba muy a prisa, esto en el caso de Sosa, o en determinado momento haciendo llamados a contenerlo para impedir su desarrollo, como es el caso de la “tregua de los 100 días” cuando ante la ofensiva frontal del estado ellos se desvivían haciendo llamados desesperados a la negociación.

En efecto, para quienes no tienen una concepción revolucionaria, y mucho menos conocen principios revolucionarios, es fácil aprovechar la sangre de nuestros muertos es una oportunidad de oro par sentarse a negociar con el gobierno y recibir a cambio algunas diputaciones como premio de consolación; pero para el pueblo raso (la gran mayoría),  esto no basta, sino es innecesario y sale sobrando. Incluso, donde la concepción del marxismo revolucionario, esto es inconcebible. De manera hipócrita y totalmente desafortunada, el PCM (así llamado también “marxista” “leninista”) proclama en su V Congreso (30 aniversario) que “el PCM lucha por la dictadura del proletariado”, basta revisar la obra de Lenin quién desde El Estado y la revolución se encargó de explicar precisamente el carácter de clase del Estado, sobre la necesidad de una lucha irreconciliable contra la burguesía, pues ya lo ha dicho más precisamente el movimiento del SME: “o son ellos, o somos nosotros”, pero ello no sólo aplica a los obreros del SME, sino a todos los que participamos activamente en la Asamblea Nacional de Resistencia Popular, aplica especialmente para toda la clase trabajadora, el estudiantado y los desempleados de este país: o son los patrones, el gobierno y el empresariado, o somos nosotros, el pueblo.

¿Frente Popular o dictadura del proletariado?

La política de la dictadura del proletariado no tiene espacio para una supuesta “revocación del mandato” de Calderón, ese es un  hecho que debemos forzar con la energía en acción del pueblo mexicano, del proletariado nacional e internacional, con la fuerza de los sindicatos de todos los países bajo principios clasistas de expropiar a los expropiadores, a quienes saquean la mayor parte de nuestro salario, a quienes exprimen nuestra fuerza de trabajo y nos dan a cambio unas cuantas migajas, un salario de hambre.

En primer lugar, Engels dice en el comienzo mismo de este pasaje que, al tomar el Poder del Estado, el proletaria do "destruye, con ello mismo, el Estado como tal". "No es uso" pararse a pensar qué significa esto. Lo corriente es ignorarlo en absoluto o considerarlo algo así como una "debilidad hegeliana" de Engels. En realidad, en estas palabras se expresa concisamente la experiencia de una de las más grandes revoluciones proletarias, la experiencia de la Comuna de París de 1871, de la cual hablaremos detalladamente en su lugar. En realidad, Engels habla aquí de la "destrucción" del Estado de la burguesía por la revolución proletaria, mientras que las palabras relativas a la extinción del Estado se refieren a los restos del Estado proletario después de la revolución socialista.

El Estado burgués no se "extingue", según Engels, sino que "e s d e s t r u i d o " por el proletariado en la revolución. El que se extingue, después de esta revolución, es el Estado o semi-Estado proletario.

En segundo lugar, el Estado es una "fuerza especial de represión". Esta magnífica y profundísima definición de Engels es dada aquí por éste con la más completa claridad. Y de ella se deduce que la "fuerza especial de represión" del proletariado por la burguesía, de millones de trabajadores por un puñado de ricachos, debe sustituirse por una "fuerza especial de represión" de la burguesía por el proletariado (dictadura del proletariado). En esto consiste precisamente la "destrucción del Estado como tal". En esto consiste precisamente el "acto" de la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad. Y es de suyo evidente que semejante sustitución de una "fuerza especial" (la burguesa) por otra (la proletaria) ya no puede operarse, en modo alguno, bajo la forma de "extinción". V.I. Lenin, El Estado y la revolución

Ya hemos dicho más arriba, y demostraremos con mayor detalle en nuestra ulterior exposición, que la doctrina de Marx y Engels sobre el carácter inevitable de la revolución violenta se refiere al Estado burgués. Este no puede sustituirse por el Estado proletario (por la dictadura del proletariado) mediante la "extinción", sino sólo, por regla general, mediante la revolución violenta. El panegírico que dedica Engels a ésta, y que coincide plenamente con reiteradas manifestaciones de Marx (recordaremos el final de "Miseria de la Filosofía" y del "Manifiesto Comunista" con la declaración orgullosa y franca sobre el carácter inevitable de la revolución violenta; recordaremos la crítica del Programa de Gotha, en 1875, cuando ya habían pasado casi treinta años, y en la que Marx fustiga implacablemente el oportunismo de este programa), este panegírico no tiene nada de "apasionamiento", nada de declamatorio, nada de arranque polémico. La necesidad de educar sistemáticamente a las masas en esta, precisamente en esta idea sobre la revolución violenta, es algo básico en toda la doctrina de Marx y Engels. La traición cometida contra su doctrina por las corrientes socialchovinista y kautskiana hoy imperantes se manifiesta con singular relieve en el olvido por unos y otros de esta propaganda, de esta agitación.

La sustitución del Estado burgués por el Estado proletario es imposible sin una revolución violenta. La supresión del Estado proletario, es decir, la supresión de todo Estado, sólo es posible por medio de un proceso de "extinción". V.I. Lenin, El Estado y la revolución*

Actualmente, la dictadura del proletariado, es sustituida por la consigna menchevique de la colaboración de clases, que hoy se conoce como “Frente Popular”, pero esto no debe de extrañarnos, pues el FPR no escatima en rescatar todas y cada una de las tradiciones del estalinismo: entregar a compañeros a la policía, difamar a los presos políticos, negarles el apoyo y acusarlos de policías, sobre todo si estos defienden una postura consecuente en el movimiento obrero. El Frente Popular consiste en la unidad a toda costa con la burguesía, hacer alianzas electorales con la burguesía, suprimir la democracia en las organizaciones de masas y en las asambleas de todo tipo bajo la consigna de la “mayor unidad”, se niega el paso a quienes entregamos nuestra vida a la revolución y a los verdaderos luchadores sociales como fue el caso del II Congreso de la APPO. Esta táctica desgastada ya fue utilizada en 1936 en España, donde se obligó a los anarcosindicalistas y al pueblo en armas, a abandonar los fusiles, dejar de repartir tierras y fábricas mediante una dictadura del proletariado, para suplantar las auténticas ideas del marxismo por una bazofia llamada Frente Popular, gobierno de coalición con la burguesía, comprometiendo al pueblo insurrecto a quitar de la agenda la revolución social. Las consecuencias fueron funestas, miles, decenas de miles y quizá cientos de miles de hombres y mujeres fueron asesinados por el régimen franquista que consiguió el apoyo de las tropas italianas fascistas al mando de Benito Mussolini para invadir la república española y masacrar al pueblo.

Finalmente, que sea el mismo Marx quién nos ilustre al respecto:

"Por lo que a mí se refiere, no me caben ni el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la so ciedad moderna, ni el de haber descubierto la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de las clases. Lo que yo aporté de nuevo fue demostrar:

1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción (historische Entwicklungsphasen der Produktion );

 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado;

3) que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases".

Extractos de una carta de Marx a Weydemeyer del 5 de marxo de 1852


Aquí vemos, como de manera vergonzosa, el FPR – PCM ensucia y envilece al marxismo revolucionario para limpiar el trasero de la burguesía y los caciques oaxaqueños. Estos individuos deshonran las ideas de Carlos Marx que defendió con todas sus fuerzas la dictadura de una clase contra otra, la expropiación de todos los medios de producción:

“El modo capitalista de producción y de apropiación jjj, y por tanto la propiedad privada capitalista, es la primera [954] negación de la propiedad privada individual, fundada en el trabajo propio kkk. La negación de la producción capitalista se produce por sí misma, con la necesidad de un proceso natural. Es la negación de la negación. Ésta restaura la propiedad individual, pero sobre el fundamento de la conquista alcanzada por la era capitalista: la cooperación de trabajadores libres y su propiedad colectiva sobre la tierra y sobre los medios de producción producidos por el trabajo mismo.
La transformación de la propiedad privada fragmentaria, fundada sobre el trabajo personal de los individuos, en propiedad privada capitalista es, naturalmente, un proceso incomparablemente más prolongado, más duro y dificultoso, que la transformación de la propiedad capitalista, de hecho fundada ya sobre el manejo social de la producción, en propiedad social. En aquel caso se trataba de la expropiación de la masa del pueblo por unos pocos usurpadores; aquí se trata de la expropiación de unos pocos usurpadores por la masa del pueblo y de fuerza de trabajo". Carlos Marx, El Capital, Tomo I**

Esto también va para quienes de manera estúpida y errónea balbucean: “que la crisis la paguen los capitalistas”, sólo les faltó afirmar: “y que paguen todas nuestras cuentas”… ahora vemos las consecuencias políticas de tan crasas idioteces.

Existen incluso ilotas que enarbolan esta bandera como una consigna transicional del programa mínimo: ¡ Pero se les olvida intencionadamente el programa máximo, piedra angular y base de la estrategia revolucionaria!. Así que, querid@ lector@, cuando a usted le diagnostiquen cáncer, usted debe comprender que su doctor le dirá: “tómese una aspirina”, ¡flamantes médicos son nuestros reformistas y seudomarxistas de la actualidad!*

Quienes defendemos a capa y espada el comunismo, sabemos que esta es una síntesis del pensamiento revolucionario del la humanidad, de las experiencias históricas del pueblo en la lucha por su liberación que ha tenido grandes efectos en prácticamente todo el mundo. Nuestro deber es rescatar su esencia y filo revolucionario desde abajo, desde el pueblo, con el pueblo y para el pueblo.



LECCIONES DE LA APPO

Si la APPO no se pudo mantener y desarrollar como el poder del pueblo contra los caciques y los partidos políticos de la burguesía, no fue por falta de negociaciones, no fue por falta de voluntad, no fue por un exceso de “radicalismo”, sino su derrota durante la entrada de la PFP reside en la traición de quienes se ostentaron y pavonearon como sus voceros, por la traición de Enrique Rueda Pacheco (ex – secretario general de la sección XXII del magisterio) quién declaró entonces que la huelga del magisterio estaba levantada contra la voluntad del grueso de las bases, esto le valió no volver a pararse en Oaxaca, pues los maestros no soportaron tal situación, se le tachó con mucha razón de traidor. Además de todo ello, el motivo de la derrota frente a la PFP fue el papel nefasto de Flavio Sosa quién llamó a quitar todas las barricadas ¡y recibir con flores a los federales!, encima de esto, la causa fundamental del triunfo temporal de la contrarrevolución obedece claramente a que la insurrección de la APPO no alcanzo tintes nacionales, condición mínima para que el poder obrero se mantuviese.


La experiencia de la APPO en 2006 es el equivalente a la experiencia de la revolución rusa de 1905, sin dejar de señalar que la coyuntura nacional era la adecuada para la victoria, para un febrero de 1917 en Rusia, donde el pueblo organizado derrotó a la autocracia con su viva fuerza, de existir entonces una organización a nivel nacional revolucionaria, esto se hubiese convertido en expropiaciones masivas de tierras y medios de producción, en un octubre de 1917.

Las particularidades del proceso de 2006 es una combinatoria de factores objetivos y subjetivos:

  1. El auge de la política reformista y el pacifismo entreguista
  2. La ausencia de una organización revolucionaria con cuadros que se pusiesen al pie del cañón en todo el país.
  3. El dominio del charrismo en los sindicatos nacionales

Son tres factores que no han sido rebasados hasta la fecha, por ello, no podemos hablar en la actualidad de un ambiente favorable para la revolución socialista, pero las condiciones pueden cambiar en tanto madure la conciencia de clase de los oprimidos.

Desde 2006, hemos señalado que los responsables del fracaso del movimiento social en 2006 no fueron los oaxaqueños insurrectos, o “violentos” como nos llama López Obrador, sino los reformistas, los charros, y los traidores quienes convencieron al pueblo de que todo se arreglaría por los cauces institucionales, pacíficos, mediante el parlamento y la “democracia” de unos cuantos: la democracia burguesa, en cambio la APPO es la experiencia viva de la democracia directa, la democracia de las mayorías, de los oprimidos, misma que se convirtió y debe trascender a nivel nacional como la democracia de los oprimidos y la dictadura contra los opresores, la toma de tierras, la toma de fábricas y las expropiaciones en masa. En la actualidad, son los mismos actores políticos quienes han impedido que el Sindicato Mexicano de Electricistas recupere su fuente de trabajo y su Contrato Colectivo.




NO SE PUEDE MEZCLAR EL ORÍN CON AGUA LIMPIA

¿Qué pensaría usted, hombre,  mujer, transgénero libertario, sedient@ de justicia y libertad, si al entregar su vida en una barricada, usted que ha sido golpead@ por las fuerzas de la dictadura calderonista burguesa, usted que ha construido un órgano de poder como la APPO, o más recientemente, que ha construido y lucha por desarrollar la Asamblea Nacional de Resistencia Popular desde las calles, las escuelas y los centros de trabajo, que se ha manifestado en las calles llamando a no pagar luz, exigiendo castigo a los culpables por los asesinatos en Ciudad Juárez, que ha luchado por la reducción de la tarifa eléctrica, usted que participa en el movimiento “no pagues luz”, qué haría usted si frente a todos estos elementos de sacrificio, lucha y esperanza, le ofrecieran a cambio un vaso lleno de orines para satisfacer sus demandas?

Esto es lo que pretende el punto 9 de la mesa 1 del Congreso Social hacia un Nuevo Constituyente en materia política, dictado por el PCM y el CC del SME que a la letra dice:

9.- reformar el sistema de partidos y los procesos electorales para asegurar y transparentar la democracia para asegurar que los candidatos TENGAN UNA REPRESENTACIÓN REAL Y PARTICIPEN EN EL PROCESO ELECTORAL EN CONDICIONES DE IGUALDAD. Asegurar la autonomía de los partidos políticos respecto al estado para garantizar la libertad de opinión, organización y participación de la ciudadanía.

Esto no es casualidad, pues Ricardo Garybai uno de los dirigentes del PCM ha trabajado con el actual CC (Comité Central) del SME desde el Frente Sindical Mexicano, pobres de aquellos que de buena gana, osen ofrecer estas marranadas como buena moneda, de aquellos quienes osen beber del vaso lleno de orines de quienes llenaron el envase en una borrachera política que no tiene fin. Las consecuencias pueden ser verdaderamente mortales.


* V.I. Lenin, El Estado y la revolución


** Carlos Marx, El Capital


*** León Trotsky, El programa de transición

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