LA DIALÉCTICA HEGELIANA Y LA LUCHA POR LA LIBERTAD EN LA
DÉCADA DEL SESENTA.
Raya Dunayevskaya
Presentación
en la conferencia Black/Red
No vamos a hablar de la luna, las estrellas y los
planetas, de breves sermones desde el espacio exterior, como si no tuviéramos demasiados
problemas en esta tierra, sino sobre lo que es un asunto mucho más importante:
la gente, sobre todo los trabajadores y en especial, los trabajadores negros.
Si el gobierno piensa que debido a algunos astronautas
héroes vamos a olvidar la guerra, el racismo, la pobreza y que el mundo
necesita alguna reconfiguración, vamos a tener que decirles las cosas como son.
Ante todo está el HOMBRE y el TRABAJO. No es la luna que bajó a vernos. Somos
nosotros los que subimos a observar la luna, y los aparatos que han ido a esta
no son solamente un asunto de la ciencia. De hecho, la razón por la cual se
puede ir a la luna pero no se puede resolver el problema de la vivienda
justamente aquí en un barrio marginal, se debe a que siempre ha existido, en la
sociedad de clases, la división entre la ciencia y la vida.
Y Marx vio hace muchos, muchos años, hace ya más de
130 años, que si se va a tener un
principio diferente hacia la vida y otro hacia la ciencia, se va a vivir en una
mentira. Y es esto, justamente, lo que hemos estado viviendo todos estos
años, por lo que hay razones para que exista esta gran división.
Toda la historia de la humanidad podría elaborarse
justamente sobre la base de la historia del trabajo. Aun si excluimos la
ciencia (lo cual no podemos hacer), todavía sería un hecho que no son los
aparatos solos los que van a la luna sino lo que el trabajo ha creado. El
trabajo ha creado las cosas primarias sobre la tierra, lo que realmente hace
que el mundo funcione: comida, cobija, vestimenta. El trabajo lo ha creado todo. Pero no piense que porque el hombre
trabajador ha creado todo esto, la única cosa que puede hacer es trabajo
manual. Eso es lo que los capitalistas quieren que ustedes piensen.
Hay otro tipo de trabajo además del manual – la
actividad intelectual y esta actividad intelectual no está restringida a los
intelectuales. De hecho, lo que generalmente ellos piensan proviene de este
movimiento desde abajo. Lo más importante es que los trabajadores tengan sus
propias ideas y las ideas que piensan los trabajadores son las ideas que mueven
el mundo.
Todo se resume en una palabra: libertad. No existe
idea que tenga alguna importancia a menos que sea la idea de cómo alcanzar la
libertad. Toda la historia del hombre son diversos estadios de la lucha por la
libertad, y aunque el capitalismo pueda ser mejor que la esclavitud, tenemos
aun gran trecho que avanzar. Así – en primer lugar tenemos el trabajo como la
actividad manual, en segundo lugar, el trabajo como actividad mental. Lo que hace que todo cambie es cómo y por qué
medios, se puede llegar a la libertad, a las masas que activamente avancen
hacia la libertad.
Además del trabajo y el pensamiento tenemos algunos colores que no son
accidentales y de los cuales podemos hablar hoy: el negro y el rojo. Negro y
rojo significan el movimiento real de la sociedad.
Comencemos por 1831, con la sublevación de Nat Turner.
Ese fue el mismo año en que algunos blancos en Nueva Inglaterra comenzaron un
periódico llamado Liberator, estimulado por el movimiento de esclavos del sur. La
unificación de esas dos fuerzas condujo finalmente a la guerra civil. Pero ese
no es el motivo por el cual he seleccionado el año 1831 para el debate de hoy.
Lo seleccioné por la sublevación de Nat Turner (quién intentó ser libre y por ello
fue colgado) y porque el año en que murió un hombre llamado Jorge Guillermo
Federico Hegel, un filósofo alemán que se ocupó solamente del pensamiento en
una torre de marfil, sin embargo, lo que hiciera y pensara Nat Turner está
relacionado con Hegel, a pesar de que ellos fueron totalmente desconocidos el
uno para el otro.
El año pasado se le entregó un premio a un sureño por
un libro sobre Nat Turner –un libro horrible- (2). Muchos intelectuales negros
se pusieron muy molestos y le
respondieron a Styron, el autor. Sus respuestas no están mal, sin embargo, lo que si es grandioso son las propias
confesiones de Nat Turner. Estas fueron hechas a un racista blanco y Turner
enfatizó en que el tenía derecho a luchar por la libertad. Él había escuchado
voces y que le decían lo hiciera. Pero hubo otra sublevación que ocurrió al
mismo tiempo y los gobernantes blancos estaban seguros de que había habido una
conspiración. Turner lo negó: “Ya veo señor, que usted duda de mi palabra. ¿Pero podría usted pensar que la misma idea
que me motivó a mi, motiva a otros igual que yo a este cometido?”(3) Aquí
estamos supuestamente frente a un hombre bruto, el cuan reconoce que siendo tan
grande como era su propia lucha por la libertad, era imposible que solamente él
pensara en ella, aunque hubiese escuchado voces del cielo. Él está
completamente seguro de que el espíritu, es decir, el movimiento objetivo por
la libertad y la gente que lucha por la libertad, son la misma cosa.
El modo en que estos dos movimientos funcionan juntos – el objetivo y el
subjetivo, la idea de la libertad y las personas que luchan por la libertad –
es lo que vamos a conocer hoy. A esto se le llama dialéctica. Vamos a ver cómo
estos movimientos llegan a atascarse mutuamente y se aúnan o no, en dependencia
de si se gana o se pierde. Y si podemos determinar lo que era cuando los
griegos se establecieron y lo que era cuando Hegel la estableció y lo que era
con Marx – entonces sabremos lo que hay
que saber sobre la filosofía.
Dialéctica originalmente significa “diálogo” o habla y
los griegos tenían una elevada opinión de ella, si eran los filósofos quienes
llevaban el diálogo. Ellos tuvieron la primera democracia para los ciudadanos,
pero no para los trabajadores esclavos. La idea era que si usted, un filósofo,
conversaba con alguien y esta persona tenía una idea opuesta a la suya, y
entonces meditaba al respecto, finalmente llegaba a una idea que era
completamente diferente a cualquiera de las dos originales. Y es cierto que se
obtiene cierto movimiento de esa forma, pero como el diálogo que se llevó a
cabo fu un diálogo entre intelectuales solamente, resultó ser contemplación
pura, o simplemente ver las cosas, no hacer las cosas.
¿En qué medida esto había cambiado cuando Hegel
restableció la dialéctica para nuestros días? Hemos ido al año 500 a.C., cuando
existía la sociedad esclavista, a 1789 cuando ocurrió la Revolución Francesa,
la revolución más grande que haya sucedido jamás. Y la gente – los sans-culottes (descalzonados), los
enragés, los corazones indignados- tienen algo que aportar al respecto. Ellos
decían que se alegraban de haberse librado de Luis XVI, pero, ¿qué obtuvieron
con la derrota de la monarquía? ¿Por qué todavía existía una diferenciación
entre “ciudadanos pasivos” y “ciudadanos activos”- en particular cuando los
llamados “ciudadanos pasivos” eran aquellos que hacían todo el trabajo? Querían saber por qué todos
no podían ser capaces de analizar las cosas.
La Revolución Francesa fue un reto de tal magnitud a
las personas que permanecían en sus torres de marfil, como era el caso de
Hegel, que no pudo evitar reflejarla. Así, cuando comenzó a hablar sobre la
dialéctica, se refería no solamente a ideas que chocaban unas con otras, sino
que pensaba en la acción. Ello significaba desarrollo mediante las
contradicciones, el desarrollo de las ideas y de la historia real, de la lucha
de clases. En este desarrollo – no el proceso de sumar cuantos hay en esta
habitación y contrastarlo con cuantos votos hubo a favor de (George) Wallace*,
sino ver lo que las personas representan y cuanto movimiento pueden generar
cuando la idea de libertad los inspira- es la esencia.
Sin embargo, como Hegel se limitó a las ideas, a pesar
de que su filosofía reflejaba la historia real (a través de contradicciones),
se necesitaba de algo más. En 1831, cuando Nat Turner dirigió su sublevación y
ocurre la muerte de Hegel, Marx tenía 13 años de edad y no conocía nada sobre
ninguno de los dos. Sin embargo, 13 años después, en 1844, creó la filosofía de
la emancipación más grande: el humanismo, y la creó sobre la base de la
dialéctica. Dijo que las ideas no flotan en el aire, hay personas que tienen
ideas. Marx incluía al hombre mismo, al hombre que piensa, con la lucha real
por la libertad. Se negó a reverenciar tanto al capitalismo como al comunismo.
Dijo que en lugar tanto del ánimo de lucro del capitalismo como de la forma
colectiva de propiedad del comunismo, lo que importaba era el desarrollo propio del hombre.
Mientras creaba esta filosofía escuchó y colaboró con
los abolicionistas, los negros y blancos que en este país estaban luchando
contra la esclavitud. Algunos llamados marxistas dijeron: bien, por supuesto
que estamos en contra de la esclavitud – pero los esclavos solo quieren la libertad
para ser explotados por el capitalista**. Los (así llamados marxistas) pensaban
que eran más sabios porque querían liberarse de los capitalistas también. Marx
les mostró que estaban trastornados, porque la libertad y el pensar son siempre concretos. Y en la verdadera
dialéctica de la liberación – es decir, en la relación real del pensamiento con
la acción, en el desarrollo real – se deben suscitar y recabar de la población
muchas, muchas fuerzas. La mayor son los trabajadores, pero hay otras, como la juventud,
y en E.E.U.U., la fuerza mayor de estas otras fuerzas son las masas negras.
Marx le dijo a los blancos que pensaban que eran superiores porque eran libres:
Mírense ustedes mismos, no tienen ni tan siquiera un sindicato – y no lo pueden
organizar porque el trabajo en la piel blanca no puede ser libre mientras el
trabajo en la piel negra sea esclavo. Esta no era simplemente “dialéctica” o
“filosofía”, era la realidad de las cosas. Finalmente tuvimos la Guerra Civil
en los Estados Unidos y el primer sindicato nacional surgió después de ella***.
*
George Wallace fue un gobernador segregacionista de Alabama que en 1968 en la
campaña presidencial obtuvo millones de votos sobre una plataforma de “ley y
orden”.
**
Esta posición fue adoptada por los seguidores de Marx que en aquel entonces
vivían en Estados Unidos.
***
En agosto de 1866, en Baltimore, un Congreso General de Obreros fundó el
Sindicato Nacional de Obreros, la primera organización obrera a escala nacional
en la historia de los Estados Unidos.
Fue mediante el establecimiento del trabajo como
centro, con la unidad del pensamiento y la práctica como cosa necesaria, así
como unificando todas las ideas nuevas en una filosofía de liberación, que Marx
fue capaz de crear la Primera Internacional Obrera.
Bien, entonces vayamos ahora a la redacción de nuestro
nuevo libro Filosofía y revolución. Para hacerlo hay dos fechas más, en este
caso en el siglo XX, que debemos considerar antes de entrar en la década del
sesenta y en “La realidad económica y la
dialéctica de la liberación” que hemos venido a discutir. Una de esas fechas es
1920, la otra es 1936.
Primeramente 1920. Recuerden, por favor, que la
historia pasada, es también historia presente. Toda historia es contemporánea
ya que siempre observamos la historia pasada con los ojos de hoy. Es importante
recordar porque hoy es muy difícil establecer la comunicación entre lo negro y
lo rojo. Los negros, que no quieren hablarles a los blancos imperialistas
terminan sin hablarle a ningún blanco; y la tragedia es que esto no favorece su
lucha, sino todo lo contrario, la dificulta, porque hay que contar con la
mayoría de las personas para ganar.
Harold Cruse acaba de publicar un libro llamado La crisis del intelectual negro (Crisis
of Negro intelectual). Él considera que el problema está en que los negros no
recuerdan su historia, la historia verdadera de los años 20 cuando tuvimos los
inicios del movimiento nacionalista con Marcus Garvey, y lo que fue llamado en
aquel momento como “el nuevo negro”. Él cree que si recordaran la historia,
entonces tendrían sus derechos verdaderos. Es verdad que se debe conocer su
pasado – pero los intelectuales que escriben en la actualidad y tratan de
decirles, que W.E.B. Du Bois y Garvey y fueron grandes pero que Marx no lo fue,
están tan alejados de Garvey y de las masa negras en los años veinte como nadie
más podía estarlo.
El movimiento de Garvey fue el movimiento más grande
que había ocurrido en Estados Unidos en cuanto a número de personas. Garvey
organizó unos seis millones de personas. Los negros que pensaron que el sur era
horrible y vinieron al norte, encontraron que el norte era lo mismo, pero de
forma diferente. Se suponía que era imposible de organizar al negro y a Garvey
mostró que era incierto. (Conozco a personas que ahora no les gusta la palabra,
pero fue Garvey quien luchó muy duro para hacer que todos escribiesen Negro,
con N mayúscula. Ellos nunca hubiesen ganado esa batalla sin su movimiento).
Pero debido a que nunca tuvieron una filosofía plena y a que se sentían tan
frustrados ¿en qué terminó todo? En su “De vuelta a África” (Back to Africa).
Esto fue asombroso, todos eran norteamericanos y aquí era donde habían
trabajado toda su vida.
Es muy importante recordar que los intelectuales
negros no querían tener nada que ver con Garvey y sus seguidores. Los
intelectuales los consideraban a todos como unos ignorantes. Du Bois incluso llegó
a ir al Departamento de Estado a demandar la deportación de Garvey. ¿Quién
logró que las personas vieran a Garvey como a un revolucionario, como alguien
importante que hacía más por sacudir el capitalismo en Norteamérica que todos
los intelectuales blancos y negros juntos? Fue Lenin.
Lenin dijo que este era el principio, sacudir el
régimen. Pero no solo eso. Dijo que deseaba mirar alrededor del mundo*. Miró
hacia China y comenzó a preguntarse si podríamos derrocar al imperialismo a
través de la “cuestión nacional”. Así, el movimiento real, que fue espontáneo
como lo son todos los grandes movimientos y que mostró el verdadero papel
revolucionario de los negros en este país, puso de manifiesto que los únicos
que estaban propiciando un debate entre las masas negras y los intelectuales
negros eran unos pocos blancos radicales que se mantuvieron diciendo: Por el
amor de Dios, hablen unos con otros- esta es una revolución verdadera.
Continuaráhttp://www.sentadofrentealmundo.com/2009/11/la-rebelion-de-nat-turner.html
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