miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Qué es el proyecto Paso de la Reina?

Desde finales del siglo XIX, la energía hidráulica se ha venido empleando para la producción de electricidad. Entre 1950 y 1986 se construyeron 31,059 presas de más de 15 metros de altura, la mayoría en china 18,587. En 1989 estaban en construcción 45 presas de más de 150 metros de alto, de ellas 20 en Latinoamérica y 15 en Asia. La producción hidroeléctrica hoy supera anualmente los 2,000 TWH, cifra que representa el 20% de la producción mundial de electricidad.

En México, con la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y del Plan Puebla Panamá, se inicia un megaproyecto que requiere la construcción de infraestructura a grande escala para el intercambio comercial, así como la generación de energía eléctrica para suministrar los corredores industriales, centros turísticos, maquilas, aeropuertos, industria minera, etc. En este contexto, se inscriben los proyectos hidroeléctricos planeados por la Comisión Federal de Electricidad en el mediano plazo, como se puede observar en su Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico 2008 - 20017 (Anexo 1)

Las hidroeléctricas en Oaxaca

En el Estado de Oaxaca, se ubican tres plantas hidroeléctricas en Operación. La Presa Miguel Alemán (Temazcal), Miguel de la Madrid (Cerro de Oro) y Tamazulapan; está ultima es una pequeña hidroeléctrica que entró en operación en el año de 1962, se ubica en el Municipio de Tamazulapan del Progreso, con una capacidad instalada de 2 MW.


La planta hidroeléctrica Miguel Alemán, entró en operación el 18 de junio de 1959, tiene una capacidad instalada de 354 MW. Su construcción inundó 500 kilómetros cuadrados del territorio del pueblo indígena mazateco, expulso a 22,000 indígenas y campesinos de sus lugares de origen. Cabe mencionar que la reubicación estuvo plagada de irregularidades y se hizo de manera violenta, ejemplo de ello fue el incendió de más de veinte mil viviendas de indígenas mazatecos. A la fecha, parte de la población afectada sigue reclamando la indemnización de sus tierras. 20 años después, cerca de la presa Miguel Alemán y con el fin de unir ambos embalses, se construyó la presa Cerro de Oro, que provocó el desplazamiento violento y forzoso principalmente de indígenas Chinantecos.

Recientemente en el mes de enero del presente año, en medio de fuertes protestas el Presidente de la República inauguró en el Istmo de Tehuantepec, la primera parte del parque eólico Eurus, que se considera el más grande de América Latina. Abarca aproximadamente 2,500 hectáreas del Ejido la Venta y la inversión para su construcción oscila en los quinientos cincuenta millones de dólares y está siendo desarrollado por la empresa española ACCIONA y tiene como fin suministrar energía eléctrica a Cementos de México (CEMEX).

La central piloto funciona hace más de ocho años, con una capacidad instalada de 1.5 MW y el parque eólico recientemente inaugurado, prevé la instalación de 167 aerogeneradores con una capacidad cada uno de 1.5 MW, cuya generación total de energía será de 250 MW, que será consumida principalmente por CEMEX.

Los proyectos hidroeléctricos en el Río Verde

Según datos de la Comisión Federal de Electricidad, ubican a dos proyectos hidroeléctricos sobre el río verde bajo la denominación Ixtayutla y Paso de la Reina. El primero se ubicaría en territorio del Ejido de San Lucas Atoyaquillo, Municipio de Santiago Ixtayutla, Distrito de Jamiltepec, con una capacidad estimada de 900 MW de potencia y está catalogado como factible. El segundo se ubica en la Agencia Municipal de Paso de la Reina, Municipio de Santiago Jamiltepec y Distrito del mismo nombre, igualmente lo anuncia como factible.

El proyecto hidroeléctrico Paso de la Reina, está siendo operado en su etapa de estudios de factibilidad por la Comisión Federal de Electricidad bajo la denominación oficial de: “Aprovechamiento Hidráulico de Usos Múltiples Paso de la Reina”. El proyecto advierte la construcción de una cortina de enrocamiento con cara de concreto de 195 metros de altura, que ocasionará un lago artificial de 1,958 hectáreas, con una capacidad de almacenamiento de agua de 1,278 millones de m3, para tener una capacidad instalada de 510 MW de potencia. El área de afectación del proyecto de manera directa son más de 39 comunidades y 6 Municipios: Santiago Jamiltepec; Santiago Ixtayutla; Tataltepec de Valdés; Santiago Tetepec; Santa Cruz Zenzontepec y, Villa de Melchor Ocampo.

Los impactos que generan las presas hidroeléctricas

La historia de los proyectos hidroeléctricos, se destaca por los grandes impactos sociales, económicos, ambientales y culturales que han provocado los pueblos indígenas y campesinos. Los proyectos hidroeléctricos han sido impuestos sobre los derechos más fundamentales de los pueblos indígenas y campesinos, por intereses de las empresas trasnacionales y de los organismos financieros multinacionales. Este modelo de desarrollo solo ha beneficiado a quienes tienen un poder a grande escala de inversión y han provocado el desplazamiento de millones de personas que están condenados a vivir en una situación mayor de pobreza al secuestrarles sus medios de subsistencia. La construcción de represas también atrae a personas externas a las comunidades afectadas, así como la presencia policíaca y militar, para custodiar la construcción del proyecto, situación que impacta el tejido social comunitario.

La electricidad que producen las presas hidroeléctricas, no precisamente es una energía renovable. Su vida útil es de 50 años y se reduce en medida de los problemas de sedimento que sufren y por otro lado producen gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global y alteran los ecosistemas de su entorno, además desaparecen especies de flora y fauna en riesgo de extinción. El desmantelamiento de las presas después de su vida útil, tiene los mismos impactos que durante su construcción y los gobiernos no garantizan los costos de desmantelamiento, así como las medidas para mitigar dichos impactos.

En lo general los promotores de los proyectos hidroeléctricos, minimizan las afectaciones y exageran los beneficios, los ofertan como la forma de incorporar al “desarrollo” a los pueblos y con el pretexto de reducir la pobreza comprometen obras de infraestructura social como energía eléctrica, proyectos productivos, construcción y rehabilitación de caminos, pavimentación de calles, construcción de escuelas, clínicas de salud, programas de vivienda, etc. Promesas que siempre se incumplen o quedan muy lejos de las expectativas de la población afectada.

En la región donde la Comisión Federal de Electricidad, pretende imponer el proyecto de desarrollo llamado Aprovechamiento Hidráulico de Usos Múltiples Paso de la Reina, está recurriendo a las mismas prácticas de manipulación y ocultamiento de la información que han utilizado como regla general para realizar sus proyectos. Solo se ha limitado a difundir los supuestos beneficios de la presa, omitiendo informar de manera clara, honesta y transparente como el proyecto puede afectar social, cultural, económica, ambiental y políticamente a los pueblos originarios.

La CFE en su afán de imponer su proyecto hidroeléctrico Paso de la Reina, ha negado la existencia del otro proyecto hidroeléctrico con la denominación Ixtayutla, así como el evidente desplazamiento de la población de Paso de la Reina y está subestimando el rechazo del proyecto por al menos cinco Asambleas comunitarias.

Elaboró:

Rolando González Espinosa.- Coordinador del Centro de Derechos Humanos Ñu´u Ji Kandii, A. C.

http://pasodelareina.org/index.php?option=com_content&view=article&id=54:copudever&catid=48:proyectos&Itemid=61

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